Unidad V, lección 2, ejercicio 2 a
Belarús y Japón: 35 años después de Chernóbil
Corresponsal: ¡Buenos días! Hoy tenemos la posibilidad de saludar a Siuñiti Yamacita, al director del instituto de las investigaciones. Además Siuñiti Yamacita es el vicepresidente y el director del centro de los intercambios internacionales de la universidad médica de Fukushima y el profesor emérito de la universidad de Nagasaki.
Pasaron 35 años desde el accidente en la central nuclear de Chernóbil y estos días recordamos la fecha triste de nuestra historia. Usted está relacionado por su actividad profesional con los estudios de las consecuencias de la catástrofe.
Siuñiti Yamacita: ¡Buenos días! Ya han pasado muchos años, pero mi trabajo en Belarús y la gente con la que me comunicaba en aquel entonces, dejaron profundas huellas en mi alma.
Corresponsal: Nos gustaría agradecerle la labor tan grande e importante. Se sabe que usted es un caballero de la Orden de Francisco Scorina con la que fue condecorado por la colaboración internacional con la República de Belarús en la esfera de medicina.
Siuñiti Yamacita: Para mí ha sido un gran honor recibir esta Orden. Fue en el año 2001. Me la entregaron en la Embajada de Belarús en Tokio. Cuando estuve en la capital de su país, en la ciudad de Minsk, me llevaron por la avenida con el nombre de aquella gran persona que vivió en el siglo XVI y fue médico como yo.
Corresponsal: En el pasado tanto Belarús como Japón sufrieron de la contaminación radioactiva. Cuente, por favor, sobre su infancia y por qué decidió dedicarse a la medicina.
Siuñiti Yamacita: Nací en Nagasaki, tras siete años del bombardeo atómico, y siempre soñé con ser médico. Por eso me matriculé en la universidad de mi ciudad.
Corresponsal: ¿De qué modo se estableció la colaboración entre nuestros países en la esfera de medicina?
Siuñiti Yamacita: En el año 1990 tuvo lugar el encuentro entre los ministros de Asuntos Exteriores de Japón y de la Unión Soviética, en el que fue firmado el acuerdo de la colaboración relacionada con Chernóbil. En el marco del proyecto organizado por la Organización Mundial de la Salud me dirigí a Belarús como el dirigente del proyecto con un equipo de científicos para realizar las investigaciones y, de tal modo, ayudar a disminuir las consecuencias para la salud de la gente después del accidente.
Corresponsal: ¿Qué impresiones le causó nuestro país?
Siuñiti Yamacita: Tengo muchos recuerdos. Lo curioso fue que me di cuenta de que la gente soviética – rusos, bielorrusos y ucranianos – eran parecidos a nosotros, japoneses. Me impresionó mucho el país invernal: mucha nieve, el frío, pero en las casas hacía calor. Fue muy interesante trabajar con los bielorrusos. Conocí la cultura y tradiciones nacionales. Guardo en mi corazón los recuerdos sobre el poeta Rigor Baradulin, porque le ayudaba a traducir al japonés su poesía.
Corresponsal: Hablando del proyecto de colaboración, ¿cuál fue su labor?
Siuñiti Yamacita: Realizamos las investigaciones científicas en los territorios afectados en las provincias de Gómel y Moguilev colaborando con las instituciones científicas de Belarús.
Corresponsal: Ya ha pasado mucho tiempo. ¿Sigue usted llevando algunos proyectos con nuestro país?
Siuñiti Yamacita: Claro, la colaboración sigue desarrollándose, en los años 1994– 1995 empezamos el programa del intercambio estudiantil. También intercambiamos experiencias con los centros científicos de Belarús en cuanto al tratamiento de las enfermedades causadas por la radiación. Por desgracia, la pandemia del Covid-19 paró el intercambio. Pero tenemos esperanza de que pronto nuestras relaciones se reactiven y aparezcan nuevos proyectos.
Corresponsal: Nosotros también esperamos que la vida vuelva a su ritmo normal. Muchas gracias por una entrevista tan interesante y fructífera.
Siuñiti Yamacita: Ha sido un placer. Me gustaría desear a todos mucha salud y optimismo y quiero que sepan que en Japón tienen amigos.